Beneficios de nadar en aguas abiertas frente a la piscina
La piscina es el lugar habitual de entrenamiento para la mayoría de nadadores, pero cada vez más deportistas se animan a salir al mar, lagos o embalses para descubrir la natación en aguas abiertas. ¿Qué ventajas tiene hacerlo? Aquí te contamos los principales beneficios de entrenar fuera del cloro.
1. Libertad y conexión con la naturaleza
Nadar en mar abierto te da una sensación de amplitud que ninguna piscina puede igualar. No hay bordes, ni carriles, ni limitaciones: solo tú y el agua. Además, entrenar rodeado de naturaleza aporta una motivación extra y reduce el estrés.
2. Mejora de la resistencia física y mental
En aguas abiertas te enfrentas a condiciones cambiantes: oleaje, corrientes, temperatura, visibilidad… Esto obliga a tu cuerpo y tu mente a adaptarse constantemente, lo que fortalece la resistencia física y la capacidad de concentración.
3. Desarrollo de nuevas habilidades técnicas
La orientación es clave en el mar. Sin líneas en el fondo, aprendes a levantar la cabeza, localizar referencias y mantener la dirección. También mejoras tu capacidad de reacción frente a cambios de ritmo y tu eficiencia de brazada en situaciones reales.
4. Mayor gasto energético
El agua fría, el oleaje y la ausencia de descansos hacen que el entrenamiento en aguas abiertas consuma más calorías que en piscina. Es un plus tanto para mejorar la condición física como para quienes buscan perder peso.
5. Diversión y motivación extra
Cambiar la rutina del cloro por el mar supone un estímulo enorme. Cada sesión es distinta y eso evita la monotonía, manteniendo alta la motivación.
Conclusión
La piscina es perfecta para trabajar técnica y controlar distancias, pero el mar abierto aporta un plus de libertad, resistencia y disfrute. Lo ideal es combinar ambos entornos: aprovechar la precisión de la piscina y trasladar esos progresos a entrenamientos en aguas abiertas, siempre con seguridad y utilizando material adecuado como las boyas Nonbak.



